En las cuencas de la Península Ibérica existe un gran volumen de información histórica sobre inundaciones y crecidas ocurridas desde hace siglos, comenzando por la inundación del monasterio emeritano de Caulina en el año 620, al desbordarse el río Annas en el bajo Guadiana. Las cuencas mediterráneas (Júcar y Segura) están clasificadas como de alto riesgo de inundaciones, y aunque las cuencas del Tajo y del Guadiana no reciben la misma clasificación, también se han registrado avenidas históricas en éstas, teniendo como consecuencia en algunas zonas efectos catastróficos, y provocando numerosas víctimas y daños materiales. En realidad, como indica el registro centenario, todas las regiones de la Península Ibérica son susceptibles de sufrir desastres medioambientales de este tipo.
Las inundaciones de Octubre de 2024 en España fueron un desastre natural que afectó en distinta medida a varias regiones del este y sur del país. Una tormenta descomunal provocó lluvias torrenciales que acumularon más de 600 l/m2 en algunos observatorios, resultando en el desbordamiento de varios ríos y barrancos en la vertiente mediterránea y una serie de inundaciones relámpago que fueron especialmente catastróficas en la provincia de Valencia. A 25 de noviembre de 2024, la cifra provisional de fallecidos asciende al menos a 230 personas, de las cuales 222 han sido en la provincia de Valencia, 7 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía.
Aunque el análisis de las causas tras estos gravísimos daños apunte a factores diversos como el cambio climático, el mantenimiento de cuencas, la pérdida de cobertura vegetal o la gestión del riesgo, está claro que en los últimos años los episodios de inundaciones y riadas están adquiriendo un cariz más repetitivo y virulento. Nuevas herramientas para la prevención del daño y la regeneración medioambiental de las zonas afectadas por las inundaciones son muy necesarias en las nuevas circunstancias climáticas que nos toca vivir.
Gracias a su movilidad única y a su gran versatilidad, , la draga anfibia multipropósito Watermaster puede llevar a cabo sin ayuda, todo tipo de proyectos de intervención sobre aguas poco profundas.
Esta máquina singular puede transportarse fácilmente sobre camión plataforma, al que puede cargarse y descargarse por sí misma. Watermaster puede desplazarse en seco o sobre fondos fangosos caminando por sus propios medios, lo que le permite entrar y salir de lechos, cuencas y cursos de agua con gran facilidad. Una vez en el agua, ésta ecodraga única se comporta como una embarcación de casco muy robusto y gran estabilidad, capaz de navegar en agua dulce o salada, permitiendo la rápida movilización de una plataforma multifunción sobre todo tipo de riberas y litoral, siempre operativa sobre alturas de agua máximas de 6 metros de profundidad.
La Watermaster puede dragar lodos y sedimentos con su potente bomba de corte y succión con rendimientos de hasta 900 m3/h, descargando estos fangos y sedimentos de manera limpia y segura mediante tubería hasta a 1,5 km de distancia del punto de aspiración. Puede eliminar la basura, residuos y vegetación que bloquean vías de paso, cursos de agua o entornos urbanos y rurales mediante rastrillo o cuchara de excavación. También puede evitar los atascos en canalizaciones, ríos o arroyos, triturando y aspirando residuos vegetales, utilizando su brazo hidráulico con martillo neumático para la eliminación de obstáculos como piedras, residuos de construcción, fangos solidificados, aumento de calado, etc.
Más que de una draga convencional se trata en realidad de una plataforma multifuncional, con un gran número de accesorios disponibles para su acoplamiento sobre su potente brazo hidráulico, como herramientas de corte, perforación, cazos de excavación, cazos bivalvos para el dragado de sedimentos y residuos, etc. Al equipar la Watermaster con un hincador de pilotes vibratorio, la misma unidad también puede reforzar las orillas de los ríos, lagos o el litoral marino para minimizar la erosión y mejorar los accesos y la seguridad; realizar la construcción de pasarelas, puentes, pantalanes, y otras actuaciones que deben acometerse con urgencia para recuperar la normalidad tras el impacto destructivo de inundaciones y riadas.
Watermaster puede configurarse para su localización satelital mediante GPS, , facilitando la ubicación precisa de los trabajos y el ámbito específico de su actuación, como por ejemplo la profundidad exacta de la bomba de aspiración, la cota de dragado o el calado requerido para cada sector sobre el que se interviene. La grúa auxiliar con la que cuenta a bordo facilita en gran medida la manipulación de tuberías, ductos y colectores para el tendido de conducciones y trabajos de obra civil en lechos, riberas y litoral.
Por lo general, para este tipo de trabajos se necesitarían más máquinas, personal, tiempo y dinero. La máquina Watermaster permite hacer más con menos. Gracias a una acción de restauración inteligente con la tecnología Watermaster, millones de personas en Filipinas, India, Indonesia, China, Ghana, Sudáfrica, Colombia, México, EE. UU. y muchos otros países ahora pueden disfrutar de un entorno vital más limpio, más seguro, con mejor funcionamiento y más resistente a las inundaciones.